Una
de las habilidades más importantes requeridas por cualquier persona que
quiera ser un comunicador excelente, es la capacidad de escuchar
eficazmente. Sin embargo, parece que hay mucha gente que carece de esta
poderosa y vital habilidad, lo que resulta en una comunicación
deficiente. Es interesante destacar que nuestros estudios llevados a
cabo durante los últimos 10 años, indican que mucha gente piensa que
sabe como escuchar – ¡hasta que hacen nuestra prueba de escucha!, prueba
que demuestra todo lo contrario. Mientras hay muchos factores que
influyen sobre la eficacia de la escucha, en este breve artículo sólo
voy a enfocar en los ocho problemas principales. Creemos que todos los
elementos mencionados abajo tienen igual importancia.
Definición: Escuchar. (intencional)
La acción de poner atención en algo que es captado por el sentido
auditivo; prestar atención a lo que se oye; percepción de sonidos de
manera voluntaria y atenta; el enfoque direccionado hacia determinado
flujo de sonidos.
Cada vez que hablamos con alguien sobre una experiencia o evento,
normalmente a nuestra descripción verbal le faltará una gran cantidad de
información sobre esta experiencia. Tenemos tendencia a “borrar”
información de nuestra comunicación oral porque asumimos que los
interlocutores compartimos los mismos conocimientos y/o experiencias
sobre el tema. Nuestras palabras recogen una compleja experiencia
enriquecida con un sinfín de detalles y elementos visuales, auditivos y
kinestéticos, y lo reducimos hasta que queda en un breve sumario de tal
experiencia. Cuando estamos involucrados en una conversación, recogemos
información de la otra parte involucrada. Sin embargo, también
utilizamos nuestra propia experiencia para hacer una representación
interna de lo que nos están comunicando con el fin de:
a) comprenderlo.
b) saber de qué información carecemos y qué debemos saber para completar nuestra representación interna.
Hay una tendencia, tanto para nosotros como para las otras partes
involucradas en la comunicación, a utilizar filtros internos que no sólo
borran información, sino también distorsionan y generalizan la
información dada / recibida y son estos filtros los que pueden afectar
adversamente la eficacia de nuestra habilidad de escucha. Algunos de los
problemas más comunes que se derivan con la aplicación de estos filtros
son:
Problema 1: La ley de cierre.
Cuando estamos involucrados en una comunicación oral / auditiva, es
imposible dar / recibir el 100% de la información requerida, por lo
tanto como receptores / transmisores, tenemos tendencia a asumir ciertas
cosas sobre lo que se dice basándonos en el contexto, el contenido, el
otro participante(s), etc.
Cuando hay ciertos elementos ausentes, instintivamente tenemos la
tendencia a rellenar los “huecos de conocimiento” con información y
nuestra propia experiencia y, de esta forma, en vez de faltarnos
información, sentimos que ya tenemos “toda” la información – ¡incluso si
es incorrecta!
– Eso, podría llevarnos a conclusiones inapropiadas o incorrectas sobre
el mensaje comunicado y resultar en una(s) respuesta(s) erróneas.
Problema 2: Ley de campo.
Para escuchar eficazmente, tenemos que ser capaces de enfocar al 100% en
la persona con quién estamos hablando y concentrarnos en lo que está
diciendo – y NO diciendo – y cualquier distracción como los movimientos
de personas en la misma zona, teléfonos sonando, ruidos, etc., son
elementos que pueden distraemos e impedir que completemos eficazmente
esta tarea.
Este efecto se nota en presentaciones y reuniones cuando alguien se pone
de pie y sale de la sala: la audiencia queda distraída, dejan de
escuchar al presentador y enfocan en la persona que se está moviendo.
Por lo tanto, posiblemente pierden información importante del
presentador. Los mismo ocurre cuando alguien esta utilizando un teléfono
móvil o su tablet / portátil. La gente normalmente enfoca en lo que
está moviéndose y no en lo que está estático!
Problema 3: Prejuicio
Un problema muy común cuando escuchamos son los prejuicios tanto
conscientes como inconscientes. Esto puede estar relacionado
directamente con el otro participante(s) y basado en nuestras
experiencias anteriores con el/ellos directa o indirectamente, el tema
de discusión, el entorno, nuestro estado físico o psicológico, o muchos
otros factores como raza, ideología, clase, religión, etc… Un ejemplo
muy común es el de los políticos, por parte de la gente que no comparte
su ideología, no les escuchan ni les dejan hablar! Debemos ser
conscientes de nuestros propios prejuicios y aprender a separar la
persona con quién estamos hablando del tema de conversación.
Problema 4: Escucha selectiva
Desafortunadamente, muchas veces entramos en una conversación con
nuestro “Plan de Juego” sobre como vamos a llevar a cabo esta
conversación: obtener y mantener control de la conversación, temas a
tratar, estructura, duración, etc. o con ideas preconcebidas sobre cómo
se va a desarrollar en vez de actuar escuchando a nuestro interlocutor.
Esto significa que tendemos a escuchar sólo lo que queremos oír, en vez
de lo que literalmente se está diciendo, NO oír las cosas que no encajan
con nuestro plan de comunicación o nuestras propias ideas.
Problema 5: Tiempo.
Para escuchar eficazmente, necesitamos tener el tiempo necesario para
hacerlo bien. Cualquier conversación dónde una, o las dos partes están
preocupadas sobre el tiempo disponible está condenada a sufrir problemas
de escucha. En un contexto de negocios, tenemos que asegurar que hemos
programado tiempo suficientemente para comunicar eficazmente con nuestro
interlocutor(es).
Problema 6: Estructura lógica / Congruente
La mayoría de la gente tiende a esperar y buscar secuencias lógicas o
estructuradas en su comunicación. En una conversación auditiva / oral,
si pensamos que “A” es verdad, y “B” también es verdad, entonces, “C” y
cada elemento de después debe encajar de forma lógica con la información
previa. Si esto NO ocurre, hay un conflicto entre nuestras expectativas
lógicas, que pueden generar una sensación de incongruencia lo cual
causa un bloqueo en la comunicación.
Problema 7: Presuposiciones (Ir más alla)
Algunas personas tienen tendencia a extrapolar o ir más allá de lo que
han oído mientras hay otras personas que no lo hacen y se quedan dentro
de los límites de lo que han oído durante la conversación. Es muy
importante que seamos conscientes de nuestra propia tendencia y de
nuestros interlocutores. Si tendemos a ir más allá de la información
suministrada por nuestro interlocutor, y sacar nuestras propias
conclusiones, debemos comunicarlo a ellos y comprobar que están de
acuerdo con nuestra interpretación.
Problema 8: Preguntas
Para resolver muchos de estos problemas indicados arriba, tenemos que
ser capaces de hacer preguntas elegantemente para clarificar los
elementos dudosos: borrados, distorsionados o generalizados por parte
del receptor. Mientras las tradicionales preguntas “abiertas” y
“cerradas” pueden servir en una pequeña parte, no están diseñadas para
esta tarea. Un modelo excelente a seguir es el “Modelo Meta,” que es una
manera estructurada y amplia, que te permite recoger información para
clarificar con precisión las experiencias de tu interlocutor y las
propias para obtener una representación más completa de la comunicación.
La escucha eficaz sólo puede ocurrir cuando hay una
comprensión clara de cómo nuestras experiencias están almacenadas en
nuestra memoria y comunicadas a los demás. El concepto de “Lo que entra
es lo que sale”, es incorrecto. Para ser un eficaz y elegante
comunicador es necesario saber como escuchar y hacer las preguntas
apropiadas para descubrir los elementos que han sido borrados,
distorsionados y generalizados.
https://brownleeassociates.wordpress.com/2013/04/11/los-8-problemas-principales-de-la-escucha-eficaz/